En
el sentido más amplio, una planta epífita es aquella que crece
sobre otra planta. Se estima que alrededor del 10% de todas las
plantas vasculares del mundo presentan este hábito de
crecimiento. Existen varias formas de ser epífita y por ello se
han propuesto varias clasificaciones sobre el tema. Existen
algunas plantas que crecen en el suelo y luego trepan a los árboles
(se denominan hemiepífitas), como algunas lianas y las vainillas.
Otras plantas tienen la habilidad de crecer tanto en el suelo (o
en las rocas) como en los árboles, y por ello se les cataloga
como facultativas. Existen otras especies que siempre son epífitas
y realizan todo su ciclo de vida sobre las plantas huésped y se
les denomina como totalmente epífitas u holoepífitas.
Incluso dentro de las holoepífitas existe una amplia gamma
de variaciones en cuanto a su forma de crecimiento, pudiendo ser
plantas herbáceas (como las orquídeas), pero la variación
incluye, por ejemplo, a cactos, helechos, suculentas, e inclusive
árboles epífitos (como los “matapalos” o higueras del género
Ficus). Una generalidad
para las epífitas es que la mayor concentración de especies, y
de plantas, se presenta sobre las ramas y troncos principales de
los árboles hospederos. Lo anterior se explica porque éstas son
las superficies más grandes y con mayores cantidades de
nutrientes (por el arrastre del agua). De igual forma, estas ramas
son mucho más duraderas, ya que viven casi el mismo tiempo que el
árbol, por lo cual brindan un hábitat más duradero con respecto
a las ramas más pequeñas de la copa. Como generalmente las ramas
principales de los árboles están ubicadas hacia el centro de los
mismos, el ambiente es más o menos constante en términos de
incidencia lumínica y de la humedad atmosférica. Sin embargo,
existe un grupo de orquídeas que se han especializado en habitar
las ramillas de las copas de los árboles, a estas especies se les
ha denominado como epífitas de ramitas. Las ramillas de la
copa tienen una longevidad relativamente corta, y mucho de lo
negativo del medio epífito se manifiesta con más severidad; por
ejemplo, la variación en la humead disponible es más alta (sobre
todo se intensifica la sequía del sustrato), y los nutrientes son
más escasos; pero a cambio la luminosidad es más alta.
Las orquídeas que son epífitas de ramitas han
desarrollado algunas adaptaciones a este medio. Entre las más
relevantes son la extrema reducción en tamaño y en las partes
vegetativas, pero proporcionalmente no en las flores. Pero quizá
uno de sus atributos más significativos es que sus ciclos de vida
son muy cortos, probablemente debido al gran esfuerzo reproductivo
que tienen. Estas plantas frecuentemente florecen dentro de los
frascos de cultivo in vitro pero generalmente mueren en poco tiempo cuando se les
intenta cultivar. Esta imposibilidad de mantenerlas con vida por
mucho tiempo en cultivo ha llevado a muchas personas, incluyendo a
los científicos, a pensar que pueden ser plantas parásitas.
Hasta ahora no se ha podido probar que lo sean y de hecho no se ha
encontrado ninguna estructura anatómica que puedan utilizar para
parasitar a los hospederos, y que sí están presentes en los muérdagos
y en otras plantas parásitas. De hecho, en ocasiones es posible
el cultivo exitoso por varios años de muchas de ellas.
El hábito epífito de ramitas ha evolucionado varias veces
de manera independiente dentro de la familia de las orquídeas, y
por ello existen varias especies que pertenecen a diversos géneros.
Algunos de los géneros que presentan este hábito son Comparettia,
Erycina, Ionopsis, Notylia,
Oncidium y Ornithocephalus.
Una de las adaptaciones más interesantes a este medio la
presentan algunas especies del género Leochilus
(también Comparettia)
que producen keikis en las inflorescencias; esta estrategia les
permite colonizar a las ramitas cercanas, situación que es menos
probable para las especies que viven en las ramas más grandes,
donde el espacio entre ramas es mayor.
Al parecer, el hábito epífito de ramitas está más
desarrollado en ambientes tropicales cálidos y húmedos, y por lo
regular estas plantas requieren de mucha luz y riegos frecuentes,
pero que el medio drene muy rápido. Hay que plantarlas en pedazos
de ramas delgados y situarlas en sitios muy ventilados. No son muy
recomendables para principiantes, y es mejor preguntar cuáles son
las especies posibles de cultivar antes de llevarlas a casa, sobre
todo evitar su colecta porque es muy probable que se mueran.
Eduardo
A. Pérez García
Departamento de Ecología y Recursos
Naturales
Facultad de Ciencias
Universidad Nacional Autónoma de México
México, D.F., Cp. 04510 México
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Ornithocephalus inflexus
Foto: EAPG
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Leochilus carinatum
Foto: EAPG
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Leochilus carinatum
Foto: Antonio H. Rolón
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Leochilus scriptum
Foto: EAPG.
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Leochilus oncidioides
Foto: EAPG.
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Leochilus oncidioides
Foto: Antonio H. Rolón
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Comparetia falcata
Foto: EAPG
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Comparetia falcata
Foto: EAPG
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Comparetia falcata
Foto: Antonio H.
Rolón |
Ericyna pusilla
Foto: EAPG. |
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