Cattleya
quadricolor concolor ‘D.
Zoraide’ x self Por
Carlos
Keller -
Brasil -

La cadena de montañas más larga del mundo, los Andes, conecta a
la Tierra del Fuego con Venezuela. Se originó por la fricción del
continente sudamericano al deslizarse sobre la corteza terrestre, cuando
se alejó de África en dirección al Pacífico. Eso hizo plegar la
superficie de la tierra, haciendo subir las montañas, como cuando
alguien empuja una alfombra con el pie. Con la elevación de los Andes,
Amazonia que era un mar, afloró y se secó, haciendo surgir el río
Amazonas, el cual inicialmente corría hacia el Pacífico y
posteriormente invirtió su curso, pasando a desembocar en el
Atlántico. Los Andes forman una cadena continua en casi toda su
extensión, trayendo lluvias, vientos, cambio de altitud, cambio de
ambiente y como consecuencia, creando una gran diversidad biológica
para América del Sur. En su parte norte, Colombia, la cadena se divide
en tres, como un tridente, hecho que aumentó mucho la cantidad de
hábitats diferentes en la región, haciendo que poblaciones aisladas en
valles profundos evolucionaran de manera independiente. Con eso,
Colombia acabó siendo el segundo país con más rica biodiversidad del
mundo, luego de Brasil, el cual la superó sólo por la inmensidad de su
territorio. El mayor número de especies de aves está en Colombia. Ese
también es el país que tiene el mayor número de especies de cattleya
de flor grande del grupo "labiata". Una de ellas es la Cattleya
quadricolor, también conocida por Cattleya chocoensis,
además de otros sinónimos, como Cattleya cándida y Cattleya
caucaensis. El nombre más usado, sin embargo, es el de Cattleya
chocoensis, reafirmado por muchos años de uso en cultivo y en la
literatura. El cambio de nombre a Cattleya quadricolor es
relativamente reciente y se basa en el hecho de que ese nombre es más
antiguo que el nombre Cattleya chocoensis y, por lo tanto, tiene
prioridad. [Cymbidium candidum
Kunth, Nov. Gen. Sp. 1: 342 (1816). Cattleya quadricolor Lindl.,
Paxton's Fl. Gard. 1: 6 (1850). Cattleya chocoensis Linden, Ill.
Hort. 17: 37 (1870). Cattleya caucaensis Ballif, Chron. Orchid.
1901: 329 (1901)]. En realidad, si usáramos el principio de la
antigüedad, que es la regla comúnmente seguida en
la ciencia, el nombre correcto sería Cattleya cándida, basado
en el Cymbidium candidum de 1816, descubierto en la expedición
de Humboldt, la primera referencia para esa especie [Cattleya candida
(Kunth) F.Lehm. - Gard. Chron.- III, 18: 466 (1895)]. Yo, como
mero cultivador, no me siento en la obligación de seguir a rajatabla
las normas de la ciencia y mi brújula es la practicidad. Si todo el
mundo en mi área usa un nombre, entonces ese es el que yo voy a usar
también, finalmente lo importante es que la gente se entienda y lo haga
rápido. Algunos cambios de nombre, sin embargo, en aras de la
practicidad, acaban siendo adoptados, pues tienen una razón intrínseca
de ser, en vez de sólo cumplir una mera formalidad. En este caso, el
nuevo nombre vino a corregir un error perpetuado en el pasado.
Chocoensis significa que habita la región de Chocó en Colombia,
región esa que está situada entre el Océano Pacífico y la cadena de
los Andes que derivó hacia el oeste. Correspondería al área izquierda
del tridente, lugar donde no existe la Cattleya
quadricolor. En realidad, esa cattleya posee una distribución
geográfica muy restringida, de pocos centenares de kilómetros, una
línea recta que es el valle del río Cauca, entre las ciudades de
Zarzal y La Virginia, ultrapasando esa segunda en sólo 5 km. El valle
del río Cauca corresponde al área de nuestro hipotético tridente,
entre el diente del centro y el diente de la izquierda, de modo que esa
área nada tiene que ver con Chocó, la región en que se basó el
nombre "chocoensis", estando separada de Chocó por una
alta cadena de montañas. El hábitat de la Cattleya quadricolor
está entre 600 y 1.500 metros de altitud. El nombre "quadricolor"
me parece muy apropiado, una vez que los pétalos y sépalos de esa
especie son rosa claro, casi blanco y el labelo posee los otros tres
colores restantes: malva en el tubo, amarillo en la garganta y una
mancha morada en el disco. La Cattleya quadricolor vegeta en la
copa de altos árboles al margen del río Cauca, principalmente en
árboles viejos de Pisamo (Erythrina poeppigiana) y Caracolí (Anacardium
excelsium), las cuales pueden llegar los 60 metros de altura.
Relatos antiguos cuentan que esa cattleya también crecía en otros
árboles más bajos, pero todos esos ejemplares fueron recolectados por
colectores de orquídeas, sólo quedando las que estaban en
situación inaccesible. Aún
pueden ser vistas en lo alto de esos enormes árboles, matas de esa
especie con hasta trescientos pseudobulbos. Sólo ella se salvó de la
extinción en esa región, cosa que no aconteció con las demás
cattleyas del grupo "labiata", por el hecho de no ser muy
buscada por los coleccionistas. Flores pequeñas en relación al tamaño
de la planta, mirando hacia bajo y con pétalos cerrados como una
campana, no son características apreciadas en cultivo. Hoy, a través
de la poliploidia y del cruce selectivo, ya se tiene flores mayores y
con pétalos abiertos de excelente armazón. La orientación de la flor
en dirección al suelo continúa, pero eso puede ser corregido a través
del tutoramiento de las varas florales. La Cattleya quadricolor
recientemente pasó a ser buscada por sus anchos pétalos, con el
objetivo de mejorar su forma a través de cruces con algunos híbridos.
El híbrido entre Cattleya quadricolor y Cattleya trianaei
es soberbio (Cattleya Madonna, St. Quintin, 1913).
En lo que se refiere a las variedades de
color, las albescens y semi albas son las más comunes, siendo las albas
y las oscuras las más raras. Muy pocas coeruleas fueron encontradas, a
pesar de los varios rumores que aparecen aquí y allá. En realidad las
supuestas coeruleas o son concolores mal fotografiadas, o semi-albas con
labelo de color claro e indefinido. La mejor y más conocida Cattleya
quadricolor concolor es la ‘D. Zoraide’. Existen también clones
con un lindo y fino pincelado morado en la punta de los pétalos, siendo
la más famosa la ‘Kabuki’, cultivada en Colombia por Eva’s
Orchids, orquideario que pertenece una familia japonesa de nombre
Tsubota. En Brasil, la mejor Cattleya quadricolor pincelada que
yo conozco es una de nombre clonal ‘Araras’ propiedad del
orquideario Quinta do Lago, de Petrópolis, RJ, la cual tengo la
esperanza de poder meristemar algún día.
En
cultivo, puedo decir que esa es una orquídea caprichosa, no muy fácil
de cultivar. La tendencia a la deshidratación y la fragilidad de la
parte vegetativa por el hecho de que la base del pseudobulbo es muy
fina, hacen que la planta siempre esté en mal estado de conservación.
Como punto positivo, puedo decir que sus raíces son bastante
resistentes a la podredumbre, lo que permite el uso de un sustrato más
cerrado y con drenaje más lento que el usado para las otras cattleyas
del grupo. Eso ayuda a mantener la humedad y prevenir la
deshidratación. El crecimiento suele ser desordenado como en la Cattleya
trianaei, pero la Cattleya quadricolor posee una
característica única que la diferencia de las otras especies del
género: sus hojas pueden ser enrolladas sin quebrarse. Esa regla no se
aplica a los clones modernos, que son más robustos o tetraplóides,
siendo típica de las formas nativas. Si las hojas se enrollan sin
quebrarse, entonces usted está frente a una auténtica Cattleya
quadricolor. Así como las otras cattleyas del grupo labiata, la Cattleya
quadricolor necesita de mucha luz, buena ventilación y días
calientes con noches frescas para florecer bien. Mucha humedad ambiente,
como la que existe en su hábitat, previene a la frágil parte
vegetativa de la deshidratación, pero un corto periodo seco es crucial
para una buena floración. El periodo de floración en el hábitat está
más conectado a la entrada de las lluvias después de un periodo seco,
que las estaciones propiamente dichas, una vez que en aquella región
las estaciones son poco definidas. Eso se da principalmente los meses de
abril y octubre. En Brasil la floración suele acontecer en el invierno,
entre junio y septiembre. Esa especie suele dar dos flores por vara,
pero ocasionalmente puede presentar tres o sólo una. El perfume de la Cattleya
quadricolor es suave y agradable y puede ser sentido con más
intensidad cerca del mediodía.
Las flores aquí mostradas en las fotos son el
resultado de un self hecho en la Cattleya quadricolor concolor
‘D. Zoraide’, siendo que esta planta fue escogida por ser la mejor
de la sementera. Ella es aún mejor que la matriz original. Las flores
son grandes, firmes y poseen mucha sustancia. El
tono malva del labelo es algo espectacular.
Carlos Keller
Rio de Janeiro, RJ
carlosgkeller@
terra.com. br
or concolor ‘D |